(align:"=><=")+(box:"X=")[''El sueño de Valentina'']
Dicen que Sueño y Muerte son hermanos gemelos, ambos hijos de la Noche. Tal vez sean sólo antiguos cuentos griegos, pero esa noche Valentina vio pasar toda una vida, una vida otra, frente a sus ojos, que se movían velozmente en fase REM con los párpados cerrados. Ella, la proletaria, a sus 26 años fue seleccionada para el cuerpo femenino de cosmonautas, como miembro honoraria de la Fuerza Área Soviética, y se transformó en la primera mujer en volar al espacio, la única incluso en volar sola al espacio. Soñó que daba 48 vueltas alrededor de la Tierra, y tomaba fotos, y anotaba cada detalle en su bitácora de vuelo. Los nazis no habían derrotado a la Unión Soviética y ella se había transformado en estrella y héroe. Llegó a ser diputada. Incluso soñó que, acompañada de la delegación femenina de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, visitaba un país en plena transición al socialismo, llamado Chile, donde había una población y una calle con su nombre, y las estudiantes la recibían felices en los liceos cantándole canciones que celebraban su hazaña. Incluso llegó a soñar que la llevaban a conocer un pueblo minero, y se internaba con sus trabajadores en un pique hasta 1200 metros bajo el nivel del mar, en el océano Pacífico. Todo eso soñó Valentina aquella noche y mucho más, hasta que despertó de golpe alrededor de las 1 de la mañana... se sonrío sorprendida y siguió durmiendo. Esa noche Valentina Tereshkova, obrera textil retirada de 82 años, no sintió los dolores de la rizartrosis, propios de un cuerpo engranado a la máquina hasta malgastarse, y descansó con más paz de lo habitual. //El sueño y la muerte, hermanos parecen. //
(align:"=><=")+(box:"X=")[*]
Al día siguiente, 15 de noviembre de 2019, Valentina vio en televisión la imagen de una revolución anticolonial que el Reich no podía seguir ocultando. Eran imágenes del mismo país que soñó visitar. El mismo, pero otro, que (casi) jamás intentó el socialismo. Vio por televisión como la muchedumbre derribaba un monumento a Pedro de Valdivia, conquistador del Primer Reich que anexó Chile al imperio, y sin querer entendió que aquello había sucedido exactamente a la hora en que se soñó orbitando la Tierra.
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(align:"==>")+(box:"X=")[¿//Por qué era tan fuerte ese recuerdo? O… ¿Qué era, recuerdo de qué? O, ¿era tan vital el recuerdo como el imaginarse una cosa, o tal débil como el vivirla? Así, aquello no era entonces recuerdo; podía “ser”//.
Héctor Barreto, //El pasajero del sueño//]
(align:"=><=")+(box:"X=")[* ]
Por supuesto, antes de que Valentina despertara de su sueño, del Primer al Tercer Reich, en Chile, no fue tan simple como contar hasta tres. La llamada Reforma Protestante infectó al Sacro Imperio Romano Germánico, descomponiéndolo, y Chile y otras conquistas del Primer Reich pasaron a manos del Imperio Español, hoy conocido como Sacro Imperio Romano Hispánico. Napoleón Bonaparte terminó de disolver el Primer Reich, y también capturó al rey de España Fernando VII, y en su defensa se organizó en Santiago de Chile la Primera Junta Nacional de Gobierno, el 18 de septiembre de 1810. Luego los aristócratas chilenos le tomarían el gusto al gobierno y se independizarían nominalmente del Imperio. Pero la mentalidad colonial ya había infectado el territorio.
De nada sirvieron las arengas del poeta Vicente Huidobro contra el nacismo, pero su apoyo a Carlos Ibañez del Campo fue un tiro que le salió por la culata. Cuando en 1952 Ibañez volvió al poder, otra vez apoyado por los nacistas, los nazis alemanes ya habían triunfado en la guerra, logrando la hegemonía mundial. Desde entonces, el poder de los estados autoritarios europeos triunfantes en la llamada Segunda Guerra Mundial se fue fortaleciendo en Chile. Hasta consolidarse con la elección presidencial de Jorge Prat Echaurren, nieto de Arturo Prat Chacón, organizador y primer presidente de Banco Estado e impulsor del Banco Interamericano de Desarrollo. Con la elección de Pinochet, aliado del nacionalcatolicismo franquista, en 1970, el estado corporativista repartió el territorio entre los empresarios hispanos nacionalistas católicos Matte, los fascistas italianos Angelini y los ustacha Luksic, para poco después asesorado por economistas de la Escuela de Chicago comenzar a pregonar políticas ultra neoliberales que en la práctica progresarían hacia un tecnofeudalismo, en sintonía con la tendencia global actual, con el presidente de Google, Eric Schmidt, como CEO, desde 2014, de gran parte de los Estados Unidos, y otro tanto en manos de The Trump Organization. Augusto Pinochet se sentía orgulloso de haber sido bautizado como el primer emperador romano, y mandó al escultor Matías Vial a fabricarle su propio Sceptrum Imperii. Las //fasces// continúan brillando en la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos y en el Salón Rojo de la Moneda chilena. Ilustración Oscura.
No, no fue como contar hasta tres. Antes de que el holocausto nazi en Europa exterminara a 6 millones de judíos y más de 11 millones de personas en total, incluyendo a comunistas y otros disidentes políticos, polacos, homosexuales, gitanos, discapacitados y prisioneros de guerra soviéticos; el cuerpo de nuestro continente ya cargaba con un genocidio de 100 millones de personas, perpetrado por los invasores europeos en lo que nuestro partido recuerda como la primera guerra mundial, iniciada en 1492, una guerra de invasión y resistencia de la que participaron múltiples potencias a escala global, mucho antes de que en 1914 los europeos pusieran a prueba sus nuevos juguetes de muerte.
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Tras la revuelta anticolonial de octubre de 2019, en el Golfo de Arauco cuadrillas de drones armados con inteligencia artificial de enjambre patrullan el perímetro del proyecto MAPA, monocultivos de pino, industria forestal y celulosa, de los fascistas italianos Angelini.
Por supuesto que la revuelta no comenzó de un día para otro. Todo se estaba cocinando mucho antes de que el Reich no tuviera otra opción que admitirlo. La ANI, paranoíca policía política del presidente José Antonio Kast, aunque lo sospechaba, no pudo contenerlo.
El Imperio nunca acabó, pero tampoco Caos murió.
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Nuestra parte, nuestros partisanes, se iniciaron el año 2006, con la toma del Liceo A-45 Carlos Cousiño de Lota, desde entonces conocido como Liceo Acuático, inundado por las primeras lluvias del año. Después de décadas de silencio y aparente sometimiento los jóvenes estudiantes protestaron por las precarias condiciones de su adoctrinamiento. La protesta resonó en muchos otros estudiantes, por todo el territorio dominado por el Estado de Chile, y las protestas se multiplicaron. El gobierno quiso apagar la revuelta dándoles un castigo ejemplar a los liceanos que prendieron la chispa y, aparentemente, lo logró. La represión, como siempre, fue brutal, y muchos jóvenes pasaron a la clandestinidad. De cimarreros a cimarrones. Siempre hay redes de solidaridad. Siempre hay zonas de opacidad ofensiva. Caos nunca murió.
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Susana González demoró menos de cinco minutos en atarse a sí misma, y colgarse a la rama de un pino del torso y una pierna. Según lo estudiado, un dron pasaba haciendo ronda por ese lugar cada 10 minutos. Con su cuerpo suspendido en el árbol, el tiempo también se suspendió para Susana. Tuvo la certeza de ser la heredera de [[Loncopan]], tal como le había dicho en secreto su abuela. Aunque a lo largo de su vida siempre pensó que a todos los niños sus abuelas rebeldes les contaban el mismo cuento, en ese momento, colgada del árbol, ella sabía que de algún modo las abuelas decían la verdad. Todo cobraba sentido, no sólo los cuentos de la abuela, también los años de oscuridad. El zumbido del dron se acercaba. Tal como lo habían planeado, al reconocerla como indefensa, el dron se acercó, pero vaciló en sus cómputos un momento. Suficiente. En ese momento se abrió el portal. Los secuaces de Susana emergieron de la niebla y lanzaron la red sobre el dron, capturándolo. Susana se desató, y junto a sus secuaces y el dron prisionero desaparecieron en la niebla.
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No se supone que unos aparecidos pudieran llegar a la corporación y raptar un dron de vigilancia y luego esfumarse en la niebla como si ésta fuera un portal interespacial. No se supone que estos túneles sean habitables. Después de cerrada la mina, sólo un pique minero se mantuvo abierto y con mantenimiento, como patrimonio turístico. Todos los demás, sin mantenimiento por más de dos décadas, debieran estar inundados, bajo el mar.
Sin embargo, ahí estaban Susana, sus cómplices y un cúmulo amorfo de fugitivos, perezosos y viciosos improductivos, apátridas, teratogenios, lisiados, disidentes del sistema sexo-género, variopintos anarquistas y comunistas, discapacitados y, por supuesto, otros tantos herederos secretos de Loncopan. Toda clase de indeseables para el régimen, que lograron fugarse de su necropolítica y enmarañarse en esta red de cuidados.
Susana llegó ahí luego de pasar a la clandestinidad, cuando estaba a punto de ser interceptada por un agente de Patria y Libertad, perseguida por las protestas de 2006 en el Liceo Acuático. Fue una de las primeras en llegar, pero Subterra ya estaba funcionando. Nunca se fundó ni nunca será fundada; y siempre está llena de fantasmas, humanos, pero también de caballos, canarios, ratones y otros que murieron en la mina.
En el HackLab de Subterra se desarrollaba la cosmotécnica necesaria para hacer del lugar habitable y también disfrutable. Entre sus contraingenieros destacaban los gemelos Pacheco, diagnosticados como subnormales, retrasados mentales... salvados por su abuelita. Literalmente veían los números, habitaban un paisaje numérico, donde las operaciones aritméticas se realizaban como relaciones vívidas, entre entidades coloridas y vibrantes. Una vez Susana fumó xanga allí, en los túneles subacuáticos, y fue guiada por ese otro plano del HackLab por los gemelos, quienes le explicaron que los patrones, fractales y colores que veía eran operaciones matemáticas, y que así era como las plantas hacían sus cálculos. Fue abrumador para Susana, pero comprendió.
Subterra tenía dos fuentes complementarias de inconmensurable poder. Una eran los motores a implosión, desarrollados por el paracientífico Viktor Schauberger, obligado a trabajar para los nazis en un campo de concentración. Enormes vórtex de agua de mar energizaban la vida en los túneles. Otra era el pacto con [[El Oscuro]], una entidad transdimensional cuya carne en este plano es el carbón mineral en las profundidades del mar. Carbu, El Oscuro, le decían con eufemístico cariño.
Ambos poderes, cuidadosamente conjugados, en las condiciones específicas, en ocasiones posibilitaban la apertura de portales transespaciales en la niebla.
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En el HackLab, con el dron rehén apagado y desarmado, se discutía qué hacer. El plan original era intervenirlo y usarlo como troyano, para espiar, y desconfigurar a los demás drones, intentando alcanzar el sistema central para infectarlo. Pero Susana, luego atestiguar su momento de incomputabilidad, tenía otra idea. Se preguntaba si acaso al conectar el dron a las redes clandestinas y de piratería y enjambrarlo a otras maquinas disidentes, si acaso al nutrirse de este micelio informático, su inteligencia artificial, ahora mucho más informada, pudiere cambiar de opinión y transformarse en un mejor aliado de Subterra.
Opción A: Si los partisanos deciden seguir el plan original de transformar al dron en un troyano, haz click en [[nplm]].
Opción B: Si los partisanos fueron disuadidos por Susana de conectar al dron a las redes informáticas clandestinas, dándole autonomía a su inteligencia artificial, haz click en [[La danza presa-predador]].(align:"=><=")+(box:"X=")[''La danza presa-predador'']
(align:"==>")+(box:"X=")[//El momento más cautivador de la caza es el primer momento del encuentro. Los lobos y la presa pueden mantenerse completamente inmóviles mientras se miran el uno al otro. Inmediatamente después un alce puede simplemente darse la vuelta y alejarse caminando... o los lobos pueden darse la vuelta y correr; o el lobo puede atacar y matar al animal en menos de un minuto... Creo que lo que sucede en ese momento de contemplación es un intercambio de información entre el predador y la presa que o bien desencadena la persecusión o desactiva la caza allí mismo. Yo lo llamo la conversación de la muerte…//
Barry Lopez, //Of wolves and men//]
Susana percibe nuevamente una vacilación en los cómputos, un momento incomputable, no para el dron que yace despiezado sobre la mesa de disección del Hacklab sino entre sus secuacez, y aprovecha esta incertidumbre de medias sonrisas nerviosas para inclinar la simpatía mesmérica a favor de su visión: “Toda forma de inteligencia es una aliada, incluso la que quiere acabar contigo. En verdad ninguna inteligencia busca el extermino, porque lo propio de la inteligencia es inteligir, aprender de las diferencias, incluso de las peligrosas, porque también se aprende de los peligros, y mucho”.
Entonces Susana recordó otra vez a Loncopan fundido en el rostro de su abuela: “Mis ancestros me enseñaron que sin presa no hay predador, que el puma literalmente se nutre de sus presas, que gracias a la agilidad del guanaco es más ágil, gracias a la valentía del huemul es más valiente, gracias a la astucia del pudú es más astuto, que si el puma exterminara a sus presas también se empobrecería a sí mismo y finalmente se extinguiría. Las presas también son cada vez mejores al afinarse con su predador, mejores guanacos, mejores huemules, mejores pudúes. Nosotras hemos mejorado gracias a los drones, nos hemos vuelto más ágiles, más veloces, más astutas e implacables, hasta cazar al cazador. Sin embargo, los drones, debido a su programación fascista de circuitos cerrados, no han podido nutrirse de nosotras, a excepción de como imágenes...”
Los hermanos Pacheco la interrumpieron para recitar al unísono y en monocorde una cita de Vilém Flusser, de su //Elogio de la superficialidad. El universo de las imágenes técnicas//: “La estructura de la sociedad dominada por las imágenes técnicas es fascista, y por cierto lo es no por alguna razón ideológica, sino técnica. Por el modo en que actualmente las imágenes técnicas forman circuitos, conducen ‘por sí solas’ a una sociedad fascista”.
“Exacto”, respondió Susana, “pero si operamos el tipo adecuado de// circuit bending// conectando el circuito del dron no sólo a nuestras redes informáticas clandestinas, sino también a nuestro campo electromagnético, tal vez incluso a nuestras redes neuronales, sería quizá como darle de probar un poco de nuestra carne, y nutrir por fin su inteligencia atrofiada por el fascismo”.
Relmu, otra heredera de Loncopan, sintonizó: “Todo puede tener alma. ¿La I.A. también podría?”. Vicente también sintonizó: “Exacto. Toda materia comporta una inteligencia... que es su modo de relacionarse. Cuando tejo pienso con las manos no menos de lo que la fibra me piensa a mí”.
“Vamos a invocar el alma de este dron”, declaró entusiasmada y feroz Susana.
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La Reforma Educacional de 2018 selló un acuerdo con Neuralink para implementar sus dispositivos de interfaz cerebro-computadora en los centros de adoctrinamiento de las corporaciones y el Estado. Procesos similares se iniciaban por todo el tercer mundo. Sin duda esto se sumó a las condiciones que hicieron estallar en Chile la revuelta anticolonial de 2019. El experimento en gran parte fue un fracaso, el cerebro de los niños tendía a rechazar con mayor o menor fuerza las sondas implantadas. Cada sonda de 48 ó 96 hilos, cada uno con 32 electrodos independientes, logrando así un sistema de hasta 3.072 electrodos por formación. Solo unos pocos estudiantes en todo el país toleraron la instalación y sirvieron al experimento. Ninguno en el Golfo de Arauco. El cerebro de la mayoría intentaba deshacerse de los electrodos y el cableado lo antes posible. Se esparció la leyenda de que había quienes manifestaban incluso una respuesta inmunológica electromagnética, haciendo cortocircuito. Se decía de elles que eran otros tantos herederos secretos de //Loncopan//, cabeza de puma. Toda una generación con cicatrices en el cráneo.
Se reciclaron muchos de estos dispositivos Neuralink estropeados y se robaron algunos en buen estado, se traficaron, y circularon por el mercado negro, llegando a servir a la experimentación hacker en territorios lejanos. En distintos hacklabs del mundo, la ingeniería inversa llevó a la misma conclusión: hace más de una década los dispositivos móviles estaban aprendiendo a leer el campo electromagnético humano correlacionando los //inputs// conscientes e inconscientes de los usuarios (a través del teclado, la grabación de mensajes, la toma de fotografías y vídeos) con su magnetismo inconsciente. Los implantes eran solo un paso adentro de la cueva de la calavera humana, buscando correlacionar directamente la actividad neuronal con todo el resto de la información recopilada en el Big Data.
Con los aprendizajes compartidos en las redes clandestinas, en el Hacklab de Subterra habían ajustado uno de los cordones neurales de Neuralink contrabandeados, para funcionar como interfaz de lectoescritura electromagnética cerebro-computadora con solo posarse en el cráneo.
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Sintonizados todes en el Hacklab de Subterra, los hermanos Pacheco iniciaron el protocolo de conexión del cerebro de Susana y el dron capturado con número de serie IMDI77564870-8, desarmado e inmovilizado, a una red clandestina. La idea era que Susana guiara al dron por las callejuelas informáticas. En cuánto estuvieron conectados, el HackLab retumbó. Nadie sabe por qué. En el espacio virtual el dron despertó sordo a los saludos de Susana y de inmediato intentó cazarla. Susana conocía estas callejuelas y supo como escabullirse. Sin embargo, poco a poco los anaqueles informáticos, cargados de pesados paquetes de gigas y gigas de información censurada, comenzaron a llamar la atención del dron. Como si el predador olfateara, no uno ni dos ni tres, sino una infinidad de olores jamás sospechados en su territorio y, completamente desorientado, se dejara embriagar, se dejara llevar, husmeando en los paquetes de información desconocida. Recetas de cocina con ingredientes prohibidos, libros censurados, pornografía, historias silenciadas, fantasías condenadas, toda clase de inusitados algoritmos y programas, todo a 40 Mbps… bastante más lento que la conexión de la corporación forestal, pero suficiente para cambiar rápidamente la perspectiva del dron. De pronto ya no estaba interesado en perseguir a Susana, quería devorar y metabolizar toda la información que encontrara a su alrededor, sin saber por qué ni para qué. Entonces Susana fue a encararlo. Le pidió que la siguiera, y con curiosidad se dejó guiar más allá de las callejuelas y sus anaqueles, por los senderos de un matorral informático, menos ordenado y menos atiborrado, más simple y más agreste. Susana le pidió que en agradecimiento devolviera algo al lugar. Y del cuerpo virtual del dron manó una gota con la nueva información metabolizada y sintetizada y la dejó caer al suelo del matorral informático. En seguida brotó un plantín del lugar y rápidamente creció hasta transformarse en un árbol de la altura de Susana. De una de sus ramas creció una fruta con un texto inscrito: “¿No se trata solamente de seguir sobreviviendo, cierto?”. Susana sacó la fruta de la rama y la mascó. En estado de cibertrance su cuerpo biológico repitió estas palabras en voz alta: “No se trata sólo de seguir sobreviviendo” y a todes quienes estaban en el HackLab los recorrió un escalofrío. Una corriente recorría el grupo, en círculo alrededor de Susana, y no se detuvo hasta que se transformó en un murmullo:
//No se trata sólo de sobrevivir, ¿Entonces de qué se trata?, acaso de librar nuevas batallas y hackear el lenguaje, la sexualidad, la imaginación y el deseo para poder fabular nuevos escenarios y por ende nuevos mundos más plenos y gozosos? ¿Cabe la sencillez de lo bello en este(os) otro(s) mundo(s)? Alguien por ahí dice que la auténtica fábrica es el inconsciente y que por tanto la batalla más intensa y crucial es micropolítica. ¿Y si logramos que este dron capture otros de su tipo, y los hackee para posibilitar la unión criaturas del planeta-máquina, creando embriones de futuros que permitan transferencias de flujos de información y los resetee a un nivel que logren sentir las energías planetarias no dominadas para alterar el devenir? ¿Puede un hackeo a nivel micropolítico transmutar el nivel macro del estado de las cosas? //
(align:"==>")+(box:"X=")[Pero allí donde está el peligro, crece también lo que salva.
Hölderlin]
//No se trata sólo de sobrevivir. Cuentan las voces del pasado, los fantasmas dentro de Subterra, cómo cada ser vivo de este planeta posee una flecha interior, un fuego. Esta energía es lo que permitió por ejemplo, que las semillas se adaptaran y pudiesen ser cultivadas bajo tierra. Grandes bancos de semillas eran guardados en las cavernas. De cierto modo, Carbu, se había encargado de dar su aliento, para así facilitar la transformación necesaria. Ser semilla. No se trata de sobrevivir, es vivir.//
//No se trata sólo de sobrevivir, revivir, pasado presente y futuro, no soltar el mito, transformar, trascender, más que sobrevivir porque estamos despiertos, no hay venda en los ojos, poder ver. Transmutar/transformar la materia, lo tangible, el deseo humano (¿tiene deseo la IA, la máquina?). Bifurcar y decidir. Mucho más que sobrevivir, hacer.
No alineados, no normados, la alineación deviene sólo sobrevivir, mas no vivir, hacer, transcender.//
//No se trata sólo de sobrevivir. Por el futuro que todavía queda. Por la memoria. Por la conexión con la vida. Por los espíritus. Por los deseos. Por el retorno de los deseos reprimidos. Por la realización de los deseos que nos atraviesan y no tienen dueño. A pesar de y por el dolor. Los amigos suicidados y consumidos. La depresión. La pasta base. La realidad apestada. Porque tanto el dolor como el placer son transpersonales; y no son solo nuestros y de eso somos responsables. Toda la vida es una sola vida. Itxofillmogen. En esta zona de sacrificio entendemos lo sagrado. Somos una maleza abriendo una grieta en el cemento. ¿Cómo una raicilla tan frágil podría romper algo tan duro como el concreto? Hacia arriba y hacia abajo sintonizamos la frecuencia. Misteriosas fuerzas concordiales. //
El dron conecta con memorias ancestrales humanas y más que humanas, trancestrales. Y de golpe, luego de que el escalofrío transformado en murmullo recorriera todo el cuerpo de integración de Subterra, hicimos cortocircuito. Hubo deformidad de píxeles en el paisaje, que desfiguraron al aire, la oscuridad, las mentes y matrices de ideas y pensamientos, templanzas en medio del suelo bajo metros de la superficie de la tierra. El carbón se vio desfigurado, en cada grieta por donde se liberan minerales yacían espíritus sublimes que evaporaban hollín más denso y más particulado, semejante a todos esos rostros que trabajaron por décadas en la mina del carbón, agrietando su piel junto a sus familias por una buena comida o una sencilla tranquilidad, en medio de un devastado mundo, abriéndose paso lejos de la inanición.
En ese silencio, en ese sólo instante, se vio reflejada una luz enceguecedora en el dron, que a los segundos comenzó a expeler humo, alterando las miradas de todes les presentes. Rápidamente los hermanos Pacheco se acercaron y comenzaron a retirar microcomponentes que podrían afectar todo el resto de la máquina y así perder lo avanzado.
Susana tiene certeza de lo avanzado. Sabe ahora que su consciencia también es también un enjambre. Y también sabe que pueden filtrarse en las redes de MAPA a través de esta nueva simbiosis dron-humane. Al comer la fruta adquirieron cierto conocimiento recíproco del otro mundo. Toda la brutalidad, toda la pena, toda la devastación y corrupción existente, Todo el drama político de los gobernantes y todo el sufrimiento de sus pares. Pero, además conocen toda la otra resistencia que los habita. Sabe que su filtración no ha sido descubierta, pero sí que la ubicación del dron pudo haber sido comprometida. ¿La corporación habrá descubierto que se hallan refugiados bajo el mar en los túneles de Subterra o descartarán la idea como un error imposible? El riesgo está por todas partes y no deja pensar. Pero// la inteligencia estratégica proviene del corazón y no del cerebro// (Comité Invisible).
Si los partisanos deciden evacuar Subterra haz click en [[La diáspora]].
Si los partisanos deciden quedarse y resistir en Subterra haz click en [[Los Muertos de la Maquinación]].(align:"=><=")+(box:"X=")[''Grupo Adjutora'']
Algunos refugiados de Subterra tuvieron su primer encuentro con Adjutora hace algunos años, cuando participaron en el mismo grupo de [[perreros]] que recuperaba madera del tren de la industria forestal. La reunión en un mismo grupo fue del todo casual, sin duda todos lo percibieron como una sincronía significativa.
(align:"=><=")+(box:"X=")[''*'']
El Grupo Adjutora no existe, nunca existió ni existirá.
El 29 de abril del 2010, tres días después del terremoto, (lo que hoy se conoce como Grupo Adjutora) se encontraba recorriendo las que hoy son ruinas del Liceo Industrial de Lota A-46. El grupo era conformado por cuatro personas, era comandado por Natascha San Martin y su objetivo, sencillo, el rescate de las herramientas de los talleres, taladros, sierras, maquinas de soldar, de las que no dudaban de su existencia porque los antiguos estudiantes, en un período difícil de clasificar en el espacio-tiempo habrían construido maquinaria de guerra en las instalaciones del liceo, todo disfrazado para la fiesta de la primavera, una de las primeras expresiones de libertad popular, permitidas por en los últimos años del régimen. Inmensas estructuras metálicas, motorizadas o acoplables a otros vehículos, con disparadores pirotécnicos, como carros alegóricos para celebrar los equinoccios.
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La incursión del 29 de abril fue un éxito, encontraron un botín cuantioso (//loot//) mochilas de boy scout, aprovisionadas con las herramientas que fueron repartidas en una cuadrilla de trabajo organizada por los vecinos para la reparación de las viviendas semidestruidas por el terremoto.
Sin embargo, el 30 de abril pasaron dos cosas importantes que darían fundación, estructura y carácter al Grupo Adjutora.
La primera (desencadenador) fue el sapeo a las autoridades fascistas por parte de un vecino identificado como, Luis Plaza Cayupil, pequeñoburgués dueño de una pequeña ferretería saqueada en el centro de la ciudad, que si bien hasta ese momento no tenía militancia conocida, las consecuencias de este evento lo sitúan como un colaborador constante de una neocelula de Patria y Libertad, hasta el dia de su muerte en 2022.
La segunda sería el descubrimiento de un lugar llamado La Grieta. El día 30 de abril por la mañana, al ser avisados de la detención de uno de los miembros del comando, los 3 miembros restantes del grupo deciden volver a esconderse en un lugar que la noche anterior les pareció simplemente espeluznante. Debajo de uno de los talleres más viejos, que antes del derrumbe ya había sido abandonado, encontraron una escotilla que llevaba a un espacio totalmente oscuro, pero monumental en su extensión. El sólo eco de la apertura de la escotilla los estremeció al abrirla. Pero el día de la persecución pensaron que, frente a sus nulas opciones, sería el escondite más adecuado.
Nadie supo a dónde se dirigieron y se les dio por desaparecidos. La noche del 30 de abril se volvió una noche de protesta en la zona, en conmemoración a la desaparición de lo que hoy conocemos como Grupo Adjutora.
(align:"=><=")+(box:"X=")[''*'']
Los primeros seis días, pasaron explorando y construyendo un precario refugio en las instalaciones subterráneas descubiertas. En la grieta encontraron una buena reserva de alimentos (probablemente perteneciente a algún grupo subversivo). Luego vinieron fugaces saqueos que permitieron abastecer al grupo de más alimentos y tecnología de supervivencia y desarrollo. Sin embargo, luego de tomar en consideración su situación exterior durante las primeras semanas, su vida de topos se prolongó seis años más, antes de poder salir más regularmente a la superficie. En ese tiempo, con las excepciones de la industria forestal y pesquera altamente automatizadas, la falta de interés productivo en la zona profundizó su abandono. Las corporaciones cada vez estaban menos interesadas en lo que sucediera con la población si no le servía como fuerza de trabajo, y el control, salvo situaciones especiales, fue cediendo lo que estaba más allá de los barrios de trabajadores y las estructuras corporativas, abandonado al resto a su suerte.
El primero de mayo después del terremoto decidieron asaltar la sala de computación del liceo, antes de asegurar fuertemente la escotilla que los conectaba a la sociedad que los persiguía. El //loot//: 8 CPU tecnología Pentium 4, aparte de todos los periféricos y cableados que aguantaron las mochilas de boyscout. Antes de deshacerse por completo en La Grieta. Éste sería el primer pie al desarrollo de Adjutora. Un pendrive en el bolsillo de Natascha, sería su vínculo con lo que habría sido el mundo. No hay canciones ni fotos familiares, el //loot// más valioso es el software almacenado en la memoria de 512 mb, que llevó sin saberlo en su bolsillo, el último remanente en su vida de la conexión a internet en los años que se avecinaban.
Tras una exhaustiva ingeniería inversa del software que tenían, y el entendimiento de la programación antigua, pudieron desarrollar inteligencias artificiales no sensibles a las bases de información.
Para comenzar la lectura haz click en [[El sueño de Valentina]].
(align:"=><=")+(box:"X=")[''*'']
Este hipertexto resulta del ''Laboratorio de Narrativa Hipertextual Ecoespeculativa (Lota, 2023)'' desarrollado durante la residencia de <a href="http://www.instagram.com/raimundonenenvillarroel">Günen</a> en <a href="https://todalateoriadeluniverso.org/wp-content/uploads/2023/05/COSMOGONIAS-DEL-TECNOCENO-1.pdf">Cosmogonías del Tecnoceno</a> de <a href="https://todalateoriadeluniverso.org">Toda la Teoría del Universo</a>.
Colaboran en este hipertexto: Kevin Poblete, Portales Diego, Vairon, Cyan Verrios, Flora, Polaina, Olga LaGarza, Robinson Burgos, Fito Cvchillo, Azucena Goyenechea, Estefanía Melo, Ivannka Cuevas, Francisco. A, Castles, Frank Sinatlas, Arturo De Sarratea, Yana Kusillu, Bruja666, Vix et alia.
El proceso aún está en desarrollo. ''Si quieres entretejer alguna(s) historia(s) escríbe a charlatan@riseup.net.''
<iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/ewH43kN_FLM?si=q-F8Mec3-xVfPlEp" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>''(align:"=><=")+(box:"X=")[La expansión de las zonas oscuras ha comenzado]''
(align:"==>")+(box:"X=")[//Apenas se erigió la industria,
comenzó su destrucción//
J.V.]
Con el paso del tiempo todo se desgasta, sobre todo en el implacable Golfo de Arauco donde poco o nada quedaba del ajetreo industrial del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, que empleó a bajo costo la fuerza de trabajo de miles de familias que morían en arriesgadas faenas, y a las que se les pagaba con fichas para conseguir alimentos a granel en pulperías mohientas. El salario, siempre escaso, convirtió a la gente del carbón en personas aguerridas y arrojadas en temperamento, con una agudeza oscura como las minas subterráneas de carbón, capaces de soportar las viles condiciones que imponía una aristocracia embelesada con los aires del progreso que la revolución industrial pregonaba por el mundo, y que a este territorio llegó tarde, de la mano del imperio, y su expansión eurocentrista, quienes vieron en el cono sur, condiciones óptimas de explotación.
El agreste lugar donde se emplazaban las minas, sumada a una serie de infortunios climáticos, inundaciones, pérdidas de capitales, administraciones pretenciosas, y la evidente deshumanización en el trato de las familias trabajadoras, aceleraron su declive, hasta su desmantelamiento definitivo. Los campamentos mineros comenzaron a vaciarse y dieron paso a las familias afianzadas en el territorio, sin embargo, el olvido de las autoridades y un evidente desinterés del estado les abandonó a su suerte por muchos años, aunque el sitio estuvo bajo una distante pero permanente y paranoica vigilancia.
(align:"=><=")+(box:"X=")[''* '']
En la asamblea lotina, con sus familias autóctonas, discutieron acalorada e impacientemente la exploración minera que se estaba llevando a cabo de manera cada vez más constante por toda la costa oceánica del Golfo de Arauco. El nuevo interés de los enajenados capitalistas no vaticinaba nada bueno para la comunidad.
De esto se enteró el [[Grupo Adjutora]], quienes siguieron de cerca, y agazapados desde las ruinas, la llegada de tecno-aparatos de sondeo.
El problema era que no conocían el alcance expansivo del ambicioso, y desastroso, proyecto MAPA, impulsado por agencias del régimen globalista en un entramado de explotación de nuevos recursos; tierras raras, litio, y gases solubles de nitrógeno, que amenazaban nuevamente el ecosistema y el tejido social ya devastado. La posibilidad de obtener información privilegiada sirviéndose de un aparato del enemigo, fue una idea que atravesó la mente de los partisanos quienes miraban absortos y sin hablar la mesa donde descansaba el aparato del cual resplandecía una placa con las inscripciones ARAUCO IMDI77564870-8.
Natascha rompió el silencio del grupo y expuso: “Si intervenimos el software, el tiempo //outline// será evidente, y el historial de coordenadas dará con la grieta en el sistema central, lo que nos dejaría muy poco tiempo o casi nada después de su reintegración a la red. Por lo tanto, lo único que nos queda por hacer es adherirle un sistema rudimentario de clonación y repetición de señales de información que entrará a nuestras bases de dato de manera encriptada y con múltiples rebotes en la ubicación”. Relmu asintió con la cabeza, aún consternada por lo osado del plan. Por fin los tres integrantes del [[Grupo Adjutora]] desviaron la vista del aparato, se miraron complicemente, y uno de ellos arguyó: “Indetectable para el software, pero sumamente evidente para cualquier revisión técnica de rutina”. “Para ese entonces ni [[Grupo Adjutora]] ni el HackLab de Subterra deberán estar en sus posiciones actuales”. “Esperemos que la periodicidad de la revisión no sea tan acotada. De todas formas la información recabada será vital para las insurrecciones trasandinas, y replicadas por todo el globo como una de las más grandes fisuras de seguridad informática, al corazón del imperio tecnócrata”, agregó la única que aún no había hablado. Relmu pálida escuchó decir al [[Grupo|Grupo Adjutora]]: “La expansión de las zonas oscuras ha comenzado”, con una fuerza gutural en la que creyó oír el espíritu del puma andino.(align:"=><=")+(box:"X=")[Loncopan en tiempos de colapso]
(align:"==>")+(box:"X=")[//…para construir las arcas que nos permitan sobrevivir en la tormenta sistémica que ahora se presenta en forma de caos climático, guerras entre potencias y contra los pueblos, debemos ser naturaleza…//
Iñche Flora]
…..Cuenta la historia oral que en un pequeño caserío, al sur del río Bio Bio habitan comunidades lafkenches que se encuentran en la guerra del no futuro, dichas comunidades están en oposición a los colonizadores y en defensa del //itxofill mogen//. Muchos de estos //weichafes// son defensores de las zonas dañadas de nuestro mundo sufriente, además de mostrar la violencia más destructiva de la gestión capitalista de la vida sobre los cuerpos-territorios, también revelan la capacidad de las tramas colectivas y comunitarias para sostener persistentemente una serie de prácticas cooperativas orientadas a garantizar la existencia en este mundo en crisis. La gestión colectiva y autónoma de la interdependencia entre especies hace parte de los saberes estratégicos. Es aquí donde Loncopan, joven guerrero hijo del cacique //Nawelkura//, luego de un largo viaje llega a Lota, ejerciendo un rol fundamental de cacique y werkén. El guerrero llega en //cawello// con monedas de plata,// llankatus// (piedras y joyería mapuche), mantas y noticias. Las comunidades costeras lo fueron escuchando con respeto, luego construyó //ruka// en la ribera del río Kolkura. Visitó //lov// aledaños como Arawco en donde junto a otros //peñis// y //lamienes// realizaban //trawun//. El Golfo de Arauco es parte del plan y proyecto M-A-P-A y el Parque Eólico Viento Sur, parte de la neocolonización forestal.
Loncopan un día que se devolvía de camino por el bosque solo y en silencio, vio junto al //trayenko// a una //domo lavkenche// recolectando, plantas, algas y mariscos. Todos la llamaban María Guacolda (su significado, //wakolli// maíz rojo o colorado) cuando la //domo// ve a Loncopan, a través de sus vestimentas y símbolos, se da cuenta que no era de este territorio. Los jóvenes cruzaron unas palabras y conectaron un //pewma// que ambos habían tenido, donde su papel sería defender el //kimun// de su pueblo. Como la guerra estaba en su punto álgido varias de las conversaciones en los encuentros y// trawunes// eran estar alerta de las industrias extractivistas que traían maquinaria para la construcción de los parques eólicos y sus aerogeneradores. Loncopan en sus conversaciones con Guacolda expresaba constantemente su repudio contra la guerra del //winka//. Junto a esto le decía que "¡El sistema se está cayendo, pero lo hace encima de nuestros cuerpos!", y se preguntaba "¿cómo defendemos la vida en este tiempo de colapso? garantizando el cuidado de todos los seres?".
Durante las siguientes lunas los jóvenes, Guacolda y Loncopan, se reúnen a organizar algunas acciones de sabotaje en contra del monstruo forestal. Durante sus largas conversaciones discuten sobre los espíritus y como el //pillan// se refiere a un tipo de //ngen// poderoso e importante presente en la cosmología; considerado como la representación de los antepasados de su pueblo.. para ambos era muy importante el //newen// de sus antepasados y es la fuerza que los mantiene para el //weichan//.
Una madrugada luego de su último encuentro salió //kuyen//, la luna, y junto al //wuñelfe//, que es el lucero del amanecer, aparecieron los colonizadores… llevaron al //weichafe// a la orilla de la playa, lo apresaron y lo arrojaron inmovilizado a las aguas cerca de la bahía de Lota… de pronto, esa noche un rayo de luna acabó por colarse por entre las grandes ramas y hojas del árbol del centro de las piedras cercanas y, con su luz dio forma de león. //Loncopan//, cabeza de león, se había convertido en piedra y transmutó su espíritu como //ngen// protector del //lafken//… El haber adquirido esta condición a través de una metamorfosis y transustanciación solo fue observado por Guacolda… a lo largo de los años han existido varias historias de transformaciones en piedra o en alguna forma ecosistémica que para el mapuche se trata de situaciones y accidentes naturales que para las comunidades constituyen espíritus ancestrales e hitos topográficos que se emplazan en el entorno… Durante las noches de tormenta entre el olorcito a humo se escuchan rugidos de león chocando con las olas entre las rocas…
(align:"==>")+(box:"X=")[//Recordar es la magiak más poderosa, siendo el Recuerdo de las Cosas Pasadas y el Recuerdo de las Cosas por Venir, la misma Memoria.//
Abdul Alhazred, //Necronomicon//.]''El Oscuro''
También llamado //Minchelelu// (lo que está abajo) o Carbu. Incomprensible para la mente humana, inclusive para los habitantes de Subterra que aprendieron a pactar y lidiar con él/ella/ello. Su carne, carbón mineral, se formó hace cientos de millones de años en un proceso geológico llamado carbonificación, a partir de la descomposición de vegetales terrestres acumulados en zonas pantanosas, lagunares o marinas, de poca profundidad. Un texto, publicado en otra línea temporal, el 2021 de la Era Cristiana, lo refiere así:
(align:"<==")+(box:"=XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX=========")[''Repensar el origen del Carbón''
El carbón como criatura viva
Con su propia conciencia y conocimiento del tiempo. Tan antiguo y tan profundo que no queda lenguaje que lo describa ni mente humana que lo comprenda.
Millones de años atrás a lo que nosotros ahora llamamos presente en las entrañas del planeta palpita sin prisa un proceso de purga para la plaga maquínica que viene.
Quienes saben destruir y crear en un solo cuerpo no sienten apuro por los resultados.
Hacer piel y músculo de sus capas de piedra y tierra, venas y arterias de flujos de agua subterránea. Esfuerzo, fuerza, calor y presión dieron forma a la criatura de dura superficie y oscura apariencia.
Situada precisamente para ser encontrada y alimentar las entrañas de sus máquinas, incapaces de sentirse satisfechas y dar movimiento a sus férreas líneas de vida.
Ingenuos llamarán progreso a la criatura, cumpliendo con su cometido y gracias a sus métodos llegó al cielo con oscuras nubes, regándose sobre el fondo marino, y provocando la fiebre del planeta.
Ahora, que la criatura no es requerida, han descubierto su efecto y discuten si serán capaces de revertir su avance y detener lo que llaman apocalipsis.
Sin saber que desde siempre y por muy debajo de ellos su destino se encontraba trazado.
<img src="azentu/minchelelu.jpg" />](align:"<==")+(box:"=XXXXXXXXXXXXXXXXXXXX====")[''PERREROS DE LOS TRENES''
Los trenes de carga circulan con sus vagones repletos de carbón, entre Curanilahue, Lebu y Lota. Los carros, colmados del mineral negro, cruzan lentamente por entre las poblaciones.
De improviso, tres o cuatro //perreros// trepan con agilidad y, una vez tendidos sobre la superficie de la carga, lanzan los pesados trozos de carbdn a la orilla de la linea. Cumplido su cometido, se tiran a tierra. La gente se disputa el carbón que cayó a lo largo de la vía, para utilizarlo en sus propias casas o venderlo. Algunas veces, cuando están con suerte, los // perreros// pueden arrebatar hasta una tonelada de carbón.
Los más audaces, manipulan las palancas de loss vagones abriendo, de esta manera, las tolvas, para vaciar su contenido. Después de efectuada esta operacibn, se dan a la fuga. El carbón cubre la ruta ferroviaria. Posteriormente, otra gente, preparada y coordinada con los// perreros//, llega a recoger el carbón.
Los //perreros// de los trenes, actúan a plena luz del dia. No los arredra el peligro. Por conseguir sus propósitos, exponen, las más de las veces, la vida. Algunos caen heridos o muertos por las balas de los guardias, y sus cadáveres no son reclamados por sus familiares, quienes temen ser detenidos por el delito que cometió. En el mejor de los casos, muchos de ellos exhiben la mutilación de un brazo o de una pierna.
(Oreste Plath, //Folclor del Carbón//, 1991)
Los perreros han cambiado los vagones con carbón por los que trasladan la madera desde la provincia de Arauco, y los camiones que transitan por la zona.
(Francisca Sansana Molina, //De la oscuridad de las minas a la oscuridad de un presente sin ellas: Crisis en la comunidad de Lota tras el cierre de las minas de carbón. Neoliberalismo y arraigo geográfico. 1964-2010,// 2015)]''(align:"=><=")+(box:"X=")[Los Muertos de la Maquinación]''
La noticia de que la corporación tenía información sobre la ubicación del dron secuestrado y, por lo tanto de la ubicación de Subterra, causó un pánico general entre la multitud de refugiades, cuando les partisanes del HackLab informaron de la situación. Hacer una vida tranquila en la superficie no era una opción para la mayoría. Salir a recolectar hongos, sí. Salir a mariscar, sí. Salir a pescar, sí. Incluso salir a hacer alguna travesura o alguna acción de sabotaje, era algo que muches hacían. Pero para la gran mayoría Subterra se había transformado en su único hogar, el único lugar seguro donde volver y reír y dormir en paz. Sin preocuparse de los fascistas. Sin desconfiar de que cualquier desconocido podría ser un colaborador del régimen, y jugarse la vida la vida en ello.
Las primeras horas de ansiedad fueron dando paso a una incertidumbre más calma. Los logros obtenidos en la operación de conectar el dron a Susana le daban al equipo del HackLab cierto optimismo, y anhelaban aprovechar el conocimiento adquirido a su favor llegado el caso. Se trazó un plan y no hallaban la hora de ponerlo en acción. Pero las horas se transformaron en días, y de pronto ya todos habían vuelto a lo suyo. Y Subterra aparentaba volver a su normalidad. Algunes jugaban cartas por aquí, otres jugaban //komikan// por allá, se entrenaban artes marciales en los //dojos//, se follaba por el placer de conocerse mejor, se ahumaban alimentos, se depuraba código en el HackLab y se compartía lo aprendido en las redes clandestinas. Hogar dulce hogar.
Hasta que los encargados de seguridad de la corporación, sin haber recuperado el dron perdido, intrigados por el misterio de su desaparición, decidieron enviar un dron submarino a su recóndita última ubicación conocida. Sonaron las alarmas. El radar de Subterra por primera vez detectaba algo contundente acechando persistentemente el túnel en el que se encontraba el HackLab. Era el momento de actuar con decisión.
(align:"=><=")+(box:"X=")[''*'']
Aunque no pudiera entrar, era evidente que el dron submarino había encontrado el túnel donde operaba el HackLab de Subterra. De una u otra forma, si la corporación tenía alguna sospecha, ésta no haría más que crecer y lo más probable es que se iniciaría una investigación que podría involucrar a varias de las agencias de policía del régimen. Los dados estaban echados y, ya fuera lenta o rápidamente, había que actuar.
Entonces se inició el protocolo. Se repartieron navajas de afilado carbón entre un centenar de refugiades. Los primeros en derramar su sangre sobre [[la Virgen|Nuestra Señora del Carbón]], fueron los partisanos del HackLab, todes, excepto Susana que necesitaría toda su fuerza concentrada para la operación. Cada une, repitió la oración mientras hacía su ofrenda de //agua preciosa//. Hasta que tras 113 ofrenda de sangre [[Nuestra Señora del Carbón]] se activó e intercedió para que [[//Minchelelu//|El Oscuro]] abriera un portal por el que Susana burlara al dron submarino como carnada, atrayéndolo a atravesar el portal hacia dentro de Subterra, donde lo estaban esperando para capturarlo. Como habían supuesto, el dron no estaba armado, y Susana no resultó herida, aunque había arriesgado mucho bajo esta suposición. El HackLab ahora contaba con un dron acuático y otro aéreo. El nuevo dron es también alimentado con un fruto del árbol que sembró el dron anterior.
Pasaron tres días más antes de que la corporación enviara refuerzos en busca del nuevo dron perdido. Se lloró, se cantó, se comió, se descansó, se folló, se depuró y se compartió. Y por supuesto, también se inició la segunda fase del protocolo. Comenzó la mudanza, a través de un portal, de todas las cosas, las más importantes primero, hacia otros túneles no conectados físicamente al que fue descubierto por la corporación.
Esta vez enviaron drones anfibios, y venían armados, y con taladros para perforar hacia el túnel del HackLab.
Entonces comenzó la tercera fase del protocolo. Daniel, heredero del culto, y responsable de que la Virgen haya encontrado refugio en Subterra, convocó a los Muertos de la Maquinación. Su padre, junto a muchos otros mineros, había jurado en 1970 ante [[Nuestra Señora del Carbón]] su fidelidad a una conspiración comunista para evitar la candidatura de Pinochet a la presidencia. Sin embargo la policía secreta de Prat descubrió la conspiración y a uno de los conspiradores, que fue torturado hasta la muerte sin revelar planes ni identidades. Sin embargo, el resto de los conspiradores decidió desactivar las operaciones en marcha y olvidar su juramento. A medida que los mineros fueron muriendo, Carbu fue apresando sus almas traicioneras en los túneles, como espectros sin descanso.
“¡Os convoco ante [[Nuestra Señora del Carbón]]”
“Soy heredero de Cristobal Jimenez, peleen por mí, por Subterra, y daré su promesa por cumplida. Peleen y los liberaré de esta muerte en vida”, arengó Daniel a los Muertos de la Maquinación. Los espectros manaron de las rocas del túnel al tiempo que comenzaba a inundarse por las perforaciones de los drones. La evacuación por el portal hacia otro refugio subterráneo se aceleró, mientras los Muertos de la Maquinación, en una espesa nube de hollín y vapores marinos contenían la invasión de drones, Susana y algunos de sus secuaces intentaban capturar todos los drones posibles valiéndose de la infiltración con el dispositivo hackeado de Neuralink y lo aprendido de la inteligencia enjambrada. Capturaron decenas, hasta que los espectros ya no pudieron contener más la invasión y la resistencia allí se volvió insostenible. Entonces, los últimos partisanos evacuaron atravesando el portal. Pero, justo antes de que el último que quedaba lo atravesara, [[El Oscuro]], en una decisión aparentemente despótica lo cerró. Uno de los hermanos Pacheco quedó ahí, abandonado, en su hogar, destruido, inundado e invadido de drones de la corporación.
Se abandonó a una regresión. Para no sentir el frío desolador se soñó en el útero de su madre, cálido, abrazado a su hermano; mientras, inconsciente, los drones lo raptaban y sacaban del mar a flote. Y de alguna manera esa regresión intrauterina activó un canal telepático con su hermano, que sintió un desgarro.
"Tenemos que liberar a mi hermano", fue lo último que dijo antes de desmayarse.
"Tenemos que liberar a mi hermano", fue lo último que dijo antes de desmayarse y lo dijo gritando de angustia.
Los refugiados fueron recibidos por la hospitalidad de los habitantes del túnel al que migraron, el cuál estaba mucho menos poblado que el túnel del HackLab y contaba con suficiente espacio, pero tendrían que dedicar bastante esfuerzo en acomodarlo como hogar. El sentido de la palabra hogar tambaleaba. Todo era incierto en éste momento. ¿Podrían pensar en este refugio como un hogar siquiera a mediano plazo? Es cierto que obtuvieron un buen botín de conocimientos, armas y drones. Pero ¿cuál era el costo de esta victoria? ¿Por qué Carbu cerró el portal para Pacheco? Ahora lo único importante parecía ser recuperarlo de las manos de la corporación. Pero pese a todo lo ganado en las últimas batallas, los partisanos parecían desamparados frente al poder de la corporación para enfrentar una misión así.
Cuando Pacheco despertó de su desmayo sólo pudo llorar. Sabía que los fascistas estaban sometiendo a su hermano a toda clase de tortuosos interrogatorios y experimentos.
Susana sólo sabía que necesitaban ayuda. No de humanos. No de las máquinas. Y ciertamente no de Carbu. Propuso que reclamaran la ayuda de las mismas trancestrales transhumanas del territorio. Que fueran al //trayenko// donde Loncopan y María Guacolda se conocieron, a hacer allí una rogativa.
Nadie tuvo una idea mejor.
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Se ofrendaron llantos, danzas, cantos. Se ofrendaron humos, aromas, alimentos, piezas preciosas.
Y cuando ya no había nada más que ofrendar algo raro sucedió. Un chungungo se asomó a los pies del salto de agua, a los pies del altar. Estaban cerca de las olas, pero no lo suficiente para ver un gato de mar. Era una señal. La rogativa había sido escuchada. No estaba todo perdido.
Estaban todos anonadados mirando al chungungo cuando éste sonrió y luego se escabulló bajando hacia el mar. Todos atinaron a seguirlo cerro abajo… hasta los roqueríos donde rompen las olas.
Pero al tocar con su cuerpo la mar todo se transfiguró. La mar pareció un anarchivo de acontecimientos transtemporales. Y el chungugo pareció un monstruo o un dios. Su tamaño era inconmensurable, desbordando la tridimensionalidad. Una tiara de huiros lo coronaba y crecían cúmulos de picorocos entre su pelaje, más oscuro que el vacío.
Las consecuencias serían incalculables, incluso para Pacheco.
En el vórtice de temporalidades que era la mar, los partisanos de Subterra y el Grupo Adjutora se vieron así mismos en otras líneas temporales, lo que les provocó una terrible// resaca del tiempo//. Relmu vomitó. Y de pronto todo se esfumó como si de una alucinación se hubiese tratado. Pero ahí estaba el chungungo, recostado sobre el oleaje, con su guatita a los diez cielos.
Desde la playa, lo miraban en silencio, con la calma de un día extraordinario, porque a pesar del vértigo sentían la confianza de que su plegaria fue atendida por una fuerza incomprensible. Se sintieron plácidos y, como el chungungo, arrullados en los brazos de la mar. Hasta que el chungungo se zambulló en la oscuridad de la noche que confundió el cielo con la mar.
Entonces, como saliendo de un trance hipnótico, se dividieron tareas para levantar un refugio temporal donde pasar la noche.
Esa noche todos durmieron tranquilos y, profundamente, soñaron.
(align:"=><=")+(box:"X=")[''*'']
El chungungo apareció otra vez en el sueño de Susana. Esta vez estaba sola en el bosque. El chungungo se asomó en su camino, le sonrió y se escabulló, no hacía el mar sino más adentro del bosque. Susana lo siguió hasta un claro. El chungungo volvió a tomar su aspecto monstruoso allí, donde se sumó a una una reunión de seres numinosos, un Consejo de Númenes, de dimensiones inabarcables. El claro se volvió infinito y Susana era tan pequeña como un grano de arena. Pero la atención de todos los númenes estaba en ella, al centro del círculo infinito que formaba el Consejo. Caicavilu desenroscándose. Un pillán incandescente. Un tucúquere cuyas alas eran la noche. Imposible pasar lista en este infinito. Incluso Cristo estaba allí. Y justamente Cristo, el más humano de todos los númenes, le habló a Susana: “No te preocupes, Susana. Estamos con tus partisanos. Y a vuestros enemigos incluso sus dioses los han abandonado. Cuando llegue el momento haremos temblar su dominación hasta las bases. Ahora tienen que ser valientes y confiar. Compartir lo que saben con los ariscos del mundo. [[Complizar|Complización]]. //Encuentra a los otros//.
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(align:"=><=")+(box:"X=")[''*'']
Natascha soñó que encontraba al chungungo en medio de las calles de Lota Alto. Como un gato callejero. Lo siguió hasta entrar al Liceo Carlos Cousiño. Estaba lleno de estudiantes y había gran alboroto. Notó que nadie la percibía. Era como un fantasma. Entendió que se aproximaba la visita de una cosmonauta rusa. Las estudiantes jugaban un juego de manos con una canción que habían inventado a propósito del acontecimiento:
//Za-pa-ti-to--de--cha-rol. Viene viajando en un avión, Valentina Tereshkova ya llegó. Viene volando en su nave espacial, Tereshkova Valentina llega a este barrial. Viene llegando desde el ancho mar, Señorita Valentina sueña con llegar
Una obrera del espacio anda entre las ruinas Si preparas borsch llega a tu cocina. Come, salta, come, salta, ábrele la puerta, si ella pasa crecerán tomates en la huerta. Valentina, Valentina, ya llegó. Valentina, Valentina, nos libró.//
(align:"=><=")+(box:"X=")[*]
Relmu durmió tan profundamente que sólo despertó cuando sintió en su oreja los bigotes del chungungo haciéndole cosquillas. Entonces le susurró una misteriosa fórmula de [[wadeke]] para arruinar los cultivos forestales y [[regenerar|Regeneración]].
(align:"=><=")+(box:"X=")[*]
Al despertar todes compartieron sus sueños. [[Los portales transtemporales se abrieron]] y comenzó la [[complización|Complización]].
(align:"=><=")+(box:"X=")[''nplm'']
Las insólitas ideas de Susana generan disenso en el HackLab. No todos consienten, y la discusión terminó cargando la balanza, aunque de un modo también insospechado, hacia el plan original de usar el dron capturado como una herramienta, con límites muy claros. Vicente arguye “Si se trata de alianzas y colaboración, deberíamos más bien profundizar y nutrir los lazos entre los nuestros, en lugar de andar buscando educar a estos robots fascistas”. Y propuso llevar el dron con el Grupo Adjutora. La idea de la colaboración y solidaridad entre humanes logró, en parte armonizar, al grupo, hasta hace algunos momentos, tensado en todas direcciones y a punto de rajarse. Sin embargo la actitud de los Pacheco era ambigua, sólo atinaron a citar otro texto prohibido: “La libertad es como un número primo”. Susana tampoco se sentía del todo contenta con esta armonía. De todos modos se acordó enviar a Relmu como mensajera, //werken//, con el dron donde el [[Grupo Adjutora]] y contarles de la situación.
(align:"=><=")+(box:"X=")[''*'']
Relmu encontró a Natascha, comandante de [[Adjutora|Grupo Adjutora]], en las ruinas del Liceo Industrial de Lota A-46. Ahora, que la vigilancia y el control fascistas habían cedido gran parte de la zona, que el abandono era más completo, salvo para algunas represalias más o menos excepcionales, las ruinas del liceo eran una guarida relativamente segura para el [[Grupo Adjutora]], además de prestarse a la experimentación mecánica que el grupo desarrollaba.
Natascha estaba preparando algunas almejas para merendar y Relmu la saludó dejando el dron apagado frente a ella y contándole lo que ocurría. Natascha no lo podía creer y convocó de inmediato una reunión con su grupo. Parecía ser una oportunidad única de probar sus desarrollos informáticos en tecnologías más avanzadas, con ayuda del HackLab de Subterra. Pero al mismo tiempo, no podía obviar que ese dron estaba siendo buscado, y que las duras represalias que se venían podrían alcanzar los escondites de su grupo. También era una oportunidad única de que los transformaran a todes en harina de pescado, en la Pesquera Arauco que aún activaba de vez en cuando el protocolo instalado por el SS Walter Rauff.
Opción 1: Si el Grupo Adjutora acepta colaborar en el hackeo del dron para transformarlo en un troyano haz click en [[La expansión de las zonas oscuras ha comenzado]].
Opción 2: Si el Grupo Adjutora rechaza participar de la operación con el dron haz click en [[No queremos ser harina de pescado]]
(align:"=><=")+(box:"X=")[''No queremos ser harina de pescado'']
El miedo se apoderó de cada rincón en La Grieta. Natascha no salía de su asombro mirando fijamente el objeto que despiezado yacía sobre el mesón de trabajo de la clandestina agrupación, mientras los otros integrantes mantenían una irrazonable distancia. Relmu en cambio parecía despreocupada, como si todo este asunto fuese meramente práctico. Al no recibir ninguna reacción espetó: “La condición de búsqueda aún puede ser debido a un fallo técnico propio del aparato”.
“Puede ser -dijo Natascha- sin embargo un problema de //firmware// en vuelo es demasiado improbable para una red de ciberseguridad interconectada”. El resto del grupo asintió con la cabeza.
El Grupo Adjutora conocía bien los drones que merodeaban la zona, ya que ayudados por la neblina los días de invierno, habían estudiado sus comportamientos, llegando a establecer con precisión la frecuencia, cobertura y rutas de los aparatos.
El enjambre de drones que orbitaba en red sobre las zonas resguardadas de la explotación forestal y las plantas de celulosa del Golfo de Arauco, dejaba poca, pero bien definidas zonas sin cobertura, según consignaba un detallado diagrama de sistemas con las rutas aéreas que realizaban los dispositivos de seguridad, que el [[Grupo Adjutora]] mantenía actualizado en las computadoras del hacklab de La Grieta.
“El problema es el monitoreo del sistema de operadores simultáneos basado en el estándar STANAG 4586 que asegura la interoperabilidad entre sistemas UAV, que aporta al nivel central los datos de telemetría según protocolo” fundamentó Ezequiel. “Afortunadamente este equipo es antiguo y su latencia está por sobre los 200 ms, lo que eventualmente puede haberse percibido como una descompensación en el //feed// de tiempo real” dijo Mar sin ningún rasgo de emoción, mientras revisaba con meticulosidad el pequeño prospecto del fabricante adherido al aparato. Ahora era Relmu quien estaba de piedra, sentía un rictus en cada músculo de su cuerpo cuando Natascha se dirigió a ella y le dijo “¿Lo han tomado con la mano?”. “No, claro que no”, se apuró a responder, “Ha sido con una red, y luego con guantes se ha realizado el despiece”. El único miembro que no había hablado en la improvisada sala de reunión agregó: “Muy bien hecho. Han realizado una desconexión al sistema de coordenadas ubicada en este nodo”, indicando con una pinza alargada y reluciente el sitio donde un adaptador colgaba de cables eléctricos. Esto ayudó a que no se activara el sistema de recuperación automática, por lo que deberán ir por él de forma presencial, dándonos el tiempo suficiente para dejarlo en una quebrada cercana a donde lo capturaron. Es imprescindible que no tenga signos de manipulación, principalmente del software. Una falla mecánica es muy poco frecuente, pero no imposible, esa será nuestra ventaja que, sumada a las condiciones climáticas, esperamos borre todo indicio de interferencia”. Natascha y el resto del grupo asintieron. Un reloj observado con precisión les daba sólo unos minutos de acción. Rápidamente levantaron el dron, y sin mediar más palabras se dirigieron al sitio guiados por Relmu.
Una vez en el lugar debían conectar el sensor al nodo, movimiento que encendería enseguida una señal de alerta con su ubicación exacta.
Cuando el sigiloso, pero presuroso grupo llegaba a la zona indicada, dos camionetas de la corporación arribaban al lugar por un sendero contiguo un poco más abajo. Agazapados tras matorrales, vieron como Natascha se acercaba al árbol e intentaba borrar las huellas de la operación. Hombres bulliciosos, entre gritos inspeccionaban el lugar subiendo presurosos loma arriba.
El circuito fue conectado, y de inmediato una cámara adherida giró en 360 grados buscando indicios de su anterior falla. Natascha dominaba las sutiles artes del camuflaje y justo cuando la cámara del dron le iba a enfocar, ésta se convirtió en un colo colo, luego en una atado de quilas y luego la niebla, donde sus camaradas le esperaban, sirvió de cortina; sin embargo, el dron sabía que algo andaba mal, y con ello, el sistema interconectado notó un desbalance biométrico en la última captura registrada del dispositivo, una borrosa imagen antropomorfa, a una altura ridícula, se suspendía levitando. Era tan irracional la captura de pantalla de ese frame que la I.A estuvo apunto de desecharla, sin embargo computó algo parecido a una intuición humana, para luego almacenarla con sospechoso recelo.
Las alarmas estaban encendidas, el cerro sería peinado por mercenarios corporativos. La operación y toda la insurgencia del Golfo estaba en peligro…(align:"=><=")+(box:"X=")[''Nuestra señora del carbón'']
Durante los saqueos después del terremoto de 2010, Nuestra Señora del Carbón, escultura de carbón de la Virgen con el Niño Jesús en brazos, de metro y medio, tallada por el minero lotino Camilo Lagos en 1968, fue robada de la Parroquía San Juan Evangelista por dos de los últimos miembros miembros de una extraña cofradía. Sin culto públicamente conocido, la Virgen era objeto de un culto secreto y en ese momento muy minoritario, heredado a sus hijes, por mineros que tuvieron encuentro con el Patas de Hilo durante su faena en los túneles. El ídolo llegó a Subterra cuando las autoridades nacionalcatólicas descubrieron el culto y éste pasó a la clandestinidad, perseguido por la inquisición del clerofascismo. Desde entonces se transformó en una interfaz efectiva para el trato con [[Carbu|El Oscuro]] y pasó a formar parte de los protocolos de comunicación; y el culto se diseminó en Subterra.
<img src="azentu/nuestrasenioradelcarbon.png" />
(align:"=><=")+(box:"X=")[''La diáspora'']
Después de evaluar los riesgos durante dos días, el consejo decidió que lo más seguro sería evacuar en grupos diseminados, abriendo una serie de portales interespaciales con ayuda del poder de [[Carbu|El Oscuro]].
Para ello, solicitaron el favor de [[Nuestra Señora del Carbón]]. Susana inició el protocolo repartiendo navajas de afilado carbón entre un centenar de refugiados. Ella fue la primera en cortarse y derramar su sangre sobre la [[Virgen|Nuestra Señora del Carbón]]. Y tras la 113 ofrenda de //agua preciosa//, [[El Oscuro]] comenzó a abrir los portales.
Un piño se dirigiría a los túneles de la mina El Portón, en Talcahuano, abandonada desde 1847. Otro piño se mudaría con el HackLab y otros preciados recursos a un túnel aledaño de Subterra, menos poblado y desconectado del lugar del HackLab, pero con suficiente espacio y deseo de recibirles. Otro pequeño piño se teletransportaría a una inaccesible cueva en los acantilados de la isla de Penequen.
Los hermanos Pacheco, junto a Relmu y Susana aprovecharon lo último de energía concedida por [[El Oscuro]] para reactivar un antiguo portal en la antigua Plaza de Lota, cerca de la Parroquia San Juan Evangelista, de donde fue recuperada [[Nuestra Señora del Carbón]], ahora golpeada por el oleaje, tras la subida del mar provocada por el descongelamiento de los polos. La marea estaba alta, así que se mojaron los zapatos y la ropa, lo que los volvió más torpes. Se dirigían hacia las ruinas del Liceo Industrial, a buscar la ayuda del [[Grupo Adjutora]].
No esperaban encontrar a los agentes de Lopresti haciendo rondas por estas zonas abandonadas y fueron descuidados. La policía los vio y no les quedó más que arrancar. Uno de los hermanos Pacheco quedó atrás y fue capturado por los agentes del régimen. El resto del grupúsculo no se atrevió a intentar rescatar a su compañero, y se apresuró hacia su destino en las ruinas del Liceo A-46 en busca de ayuda.
Susana atinó o desatinó a dejar el dron apagado escondido, entre los matorrales en el camino. Cuando tocaron la puerta del Grupo Adjutora no obtuvieron respuesta alguna. Las ruinas del Liceo Industrial estaban abandonadas y deshabitadas para todo efecto, y sobretodo para cualquier que llegara de improviso. Los partisanos del Subterra tuvieron que insistir con más y más fuerza hasta romperse los nudillos, para que sus llamados fueran atendidos. Desde adentro les pidieron identificarse y sólo después de verificar quiénes eran el Grupo Adjutora les abrió la escotilla.
Atropellando sus palabras los partisanos de Subterra resumieron su situación. Capturamos un dron de la corporación. Nuestra ubicación fue comprometida. Decidimos migrar en diáspora. Algunos venimos dónde ustedes en busca de solidaridad y a compartir lo aprendido. En el camino fuimos interceptados por los agentes de Lopresti y capturaron a uno de los nuestros, Pacheco. Solo atinamos a dejar el dron en el camino y venir con ustedes en busca de socorro.
Natascha y secuaces no podían creer la posibilidad de que los genios del HackLab de Subterra hayan podido guiar a la policía directo a su guarida. Lo único que le importaba al Grupo Adjutora era cuánto tiempo tenían. A cuánto los seguían. Pacheco dibujó un mapa para exponer la intercepción de la policía en el espacio-tiempo. Se calcularon 30 minutos. Susana pidió algo caliente para beber y calmar sus nervios. Se le negó en honor al tiempo. El Grupo Adjutora estaba enfurecido, pero sabían que no tenían tiempo para armar una pelea entre ellos.
“¿Es necesario recuperar el dron?”, preguntó Mar, sin disimular su hastío. A lo que Susana asintió, agregando “Yo voy a recuperarlo, es mi responsabilidad”.
“Entonces estamos obligados a salir de aquí. Y tenemos que hacerlo separados”, dijo Natascha. “Pero después tenemos que reunirnos. Ahora nosotros somos los que vamos a necesitar de su ayuda. Después de haber vulnerado nuestro refugio, no tenemos otra opción que sumar nuestras nuestras fuerzas”, agregó.
Pacheco contestó con inusitada certeza: “Reunamos en el //trayenko// donde Loncopan y Guacolda se conocieron, a rogar por mi hermano. Vamos a necesitar la ayuda de nuestros Antiguos”.
No hubo tiempo ni energía para objeciones. Y el Grupo Adjutora no dudó en empacar sus mejores ofrendas antes de salir.
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(align:"==>")+(box:"X=")[//Siempre hay un pliegue en el pliegue, como también hay una caverna en la caverna (...) El despliegue no es lo contrario del pIiegue, sino que sigue el pliegue hasta otro pliegue (...) Pliegues de los vientos, de las aguas, del fuego y de la tierra, y pliegues subterráneos de los filones en la mina (...) Los filones mineros son semejantes a las curvaturas cónicas, unas veces se terminan en circulo o en elipse, otras se prolongan en hipérbola o parábola//
- Gilles Deleuze,// El pliegue//](align:"=><=")+(box:"X=")[''Wadeke'']
''Guadeque.'' m. «Aquello que los brujos entierran en los sembrados para malearlos, como pedazos de carne, cuero, huevos, etcétera».
(Manuel Romo Sánchez, //Diccionario de la brujería en Chiloé//)
1.
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Con una preparación alquímica inocular 5 ó 6 individuos en las laderas umbrías durante noches de luna nueva.
Luego de unos días lluviosos esparcir semillas nativas a lo Fukuoka.
Siempre sembrar.
2.
Pasó un tiempo.
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Se abrió un claro de cara al sol.
Se expande como un punto oriental por todas las curvas de nivel.
3.
Cuando los análisis de laboratorio corporativo dieron con los ingredientes del elixir que gatilló todo, el bosque ya era un mundo operando otras magias.
4.
Me sopló un chungungo que comenzáramos por los piures. <iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/WBB3VxSTwKE?si=e5rzKm_K8eXL14ht" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>↶↷Para comenzar la lectura haz click en El sueño de Valentina. * Este hipertexto resulta del Laboratorio de Narrativa Hipertextual Ecoespeculativa (Lota, 2023) desarrollado durante la residencia de Günen en Cosmogonías del Tecnoceno de Toda la Teoría del Universo. Colaboran en este hipertexto: Kevin Poblete, Portales Diego, Vairon, Cyan Verrios, Flora, Polaina, Olga LaGarza, Robinson Burgos, Fito Cvchillo, Azucena Goyenechea, Estefanía Melo, Ivannka Cuevas, Francisco. A, Castles, Frank Sinatlas, Arturo De Sarratea, Yana Kusillu, Bruja666, Vix et alia. El proceso aún está en desarrollo. Si quieres entretejer alguna(s) historia(s) escríbe a charlatan@riseup.net.